miércoles, 31 de diciembre de 2008

Un dos mil ocho muy particular

Ya es historia casi, solo falta festejar un poco. Siempre hay algo porque hacerlo.

Por un lado una ciudad con gente tratando de dar un ejemplo, y un aire de esperanzas, que algún día todo empezará a cambiar. Cuando se masifique, se agigante ese movimiento, y se coordine en todo el país. Lo veo más para latinoamérica.

Por otro lado la confirmación de los excépticos: cambió algo, pero todo sigue igual. En realidad los más excépticos, dijeron que lo pusieron para sacarlo, para que la gente reaccione y crea que hace un cambio de políticos. Tipo fusible. Al pequeño y largo delincuente no le harán nada. Para descomprimir. Y lo lograron. Están para eso, son coherentes, tienen y seguirán teniendo la sartén por el mango. Por un tiempo, hasta cuando mis compatriotas se junten con la concreción de esas esperanzas de más arriba.

martes, 30 de diciembre de 2008

Un boxeador pampeano


Nicolino lo más grande que hubo en el país como boxeador. El arte de la defensa, del esquive, del dejar en ridículo. Mirá que hacer llorar al rival de impotencia. Y acá en la pampa tubimos un discípulo con sus características propias: miguel angel campanino, que la mafia de este deporte no lo dejó llegar a tiempo, y cuando lo hizo lo agarró pipino cuevas y lo mató.

Una suerte fue venir a vivir a La Pampa, cuna de excelentes boxeadores y entrenadores, y encima de eso caer en una pensión de la calle Cervantes, enfrente de la casa del "zorro" Campanino. Nada más era ver buen boxeo casi todos los fines de semana, de buenos pugilistas, y ver además buenos entrenamientos de ellos mismos. Y por supuesto divirtiéndose a carcajadas con las ocurrencias de la popular en el gallinero, que en el mejor momento de silencio absoluto, cuando solo se escuchan las piñas, los esquives, y el aire al salir por las gargantas; salen con una frase para la historia.
Gran admirador de Luis Federico Thompson, campeón en el año 1959.
Después de una larga trayectoria como boxeador se había ganado ampliamente la chance de pelear por el título mundial de los welter, en este caso le tocaba con Espada. Iba a ser una pelea de catálogo para escuela de box, pero los promotores arreglaron para que antes el boricua haga una defensa ante seguramente un bulto. Resultó un paquete llamado Pipino Cuevas, el resto es historia conocida. Pero no por eso dejamos de ver nuevamente. Está el video en la red, puede repasar el que quiere, y verá la dignidad, además del buen boxeo de un verdadero campeón. Un maestro del esquive y la defensa, al mejor estilo Nicolino. Menos la piña de Pipino. Pero, bueno, no hay dudas que es uno de los campeones sin título mundial, y su dignidad lo eleva más, al ir a pelearle al campeón de frente y más saliendo a buscar la pelea, sabiendo que estaba ante un temible pegador. Nos contó, que cada piña del mexicano en los brazos era como un martillazo. Si lo agarra con el gancho de derecha cuando caía el "zorro", ahora no estaría con la escuela de boxeo y con la tanguería.
Y con respecto de la mafia, se sabe, me refería a algunos promotores que arreglan peleas, prostituyen a los muchachos que pelean, y siempre hay algunos que no se prestan para ese juego, que tienen bastante dignidad. Entonces alguno se las habrá cobrado, negándole al "zorro" Campanito, ir antes a combatir por el título del mundo, cuando tenía ya sobrados merecimientos.
Le tocó ir a los 32 años y enfrentarse con una locomotora y un tren de carga.